Oaxaca.-Oceana México presentó amparo contra el Congreso de la Unión por la omisión de cinco legislaturas de dictar regulación que restaure las especies pesqueras sobre explotadas y así, sacar al sector pesquero del abandono. De esta manera, Oceana busca rescatar la pesca y la abundancia marina en México y garantizar la seguridad alimentaria, y el bienestar, no sólo de las y los 300 mil pescadores y sus familias, sino de millones de mexicanos que tienen empleos relacionados directa e indirectamente con los océanos de nuestro país.
“Las y los trabajadores del mar van cada vez más lejos, gastan más en combustible para sus embarcaciones, trabajan más horas y se arriesgan más. Aún así, obtienen menor cantidad de peces, ingreso familiar y alimento. Esperamos que esta legislatura atiendan la deuda histórica con este sector de la población que ha sido discriminado por tantos años y reforme la Ley de Pesca”, destacó Esteban García-Peña, Director de Pesquerías en Oceana México.
La actual Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables pone a la explotación y el volumen de producción por encima del bienestar de las y los pescadores y la protección del medio ambiente. Con esta visión, no sorprende que en México, el 43% de las especies pesqueras se encuentren sobre explotadas, deterioradas o en vías de perderse. De continuar esta trayectoria se asegura la desertificación de los océanos y la eventual pérdida total del modo de vida y sustento de las y los pescadores.
La sobre explotación, pesca ilegal, destrucción de ecosistemas y contaminación del agua son las principales causas de la pérdida de especies pesqueras. Todo esto se da en un contexto donde ni el Ejecutivo Federal ni los legisladores han trabajado en políticas ni reformas que acaben con el deterioro pesquero. Las leyes actuales ni siquiera consideran acciones de recuperación de recursos pesqueros en los mares mexicanos. A esto se suma que las autoridades no actualizan la información de las especies en la Carta Nacional Pesquera, lo que impide que se haga un manejo adecuado de ellas. Finalmente, no se combate la pesca ilegal, lo que incrementa el impacto negativo sobre las especies amenazadas.