Oaxaca.-El Museo de las Culturas de Oaxaca, Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, ubicado en la capital de la entidad, cumplirá en julio próximo 24 años de su reinauguración. A lo largo de este periodo, el mantenimiento constante del icónico inmueble, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha sido una labor prioritaria.

El pasado 23 de diciembre concluyeron formalmente las obras de restauración del proyecto “Reposición de gárgolas, atención de humedades y carpinterías en salas 2, 3 y pisos en el Salón Decorado del Museo de las Culturas de Oaxaca”, gestionado ante la Coordinación Nacional de Obras y Proyectos del INAH, y supervisado por personal de la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH Oaxaca.

Las labores incluyeron la liberación y consolidación de grietas causadas por los sismos en la Sala 2, así como la integración de enladrillados y la aplicación de impermeabilizante hecho a base de jabón y alumbre, técnica tradicional que se remonta a la época de creación del inmueble por la orden religiosa dominica, en el siglo XVII.

También se hizo la reposición de seis gárgolas de piedra cantera que se encontraban seriamente dañadas y en peligro de desgajarse, cuya función es de vital importancia para el correcto desazolve de las aguas pluviales que vierten las cubiertas de este enorme edificio, las cuales se canalizan hacia el sistema de recolección del Jardín Etnobotánico colindante.

Por otra parte, el Salón Decorado fue objeto de la reposición integral de su piso, el cual presentaba fractura y desprendimiento de las losetas de barro causados por los frecuentes sismos que se registran en la entidad, lo que había obligado a mantenerlo cerrado y sin uso. Este sitio del museo se caracteriza por el bello adornamiento de su bóveda de cañón corrido, la cual, en su momento, fue prolijamente restaurada siguiendo el patrón de los arabescos originales.

En la Sala 3 —renombrada hace poco como “El Legado de los Ancestros”—, las ventanas y una puerta de balcón del recinto, el cual resguarda la famosa colección de joyas de la Tumba 7 de Monte Albán, fueron objeto de un cuidadoso proceso de mantenimiento y restauración, y se incorporaron nuevos bastidores de madera con malla sombra para proteger la valiosa colección de los efectos dañinos de los rayos UV, así como para regular, en lo posible, las condiciones de temperatura del sitio.

De este modo, se cumplen las recomendaciones de la especialista en restauración encargada del mantenimiento de la colección, justo el pasado 9 de enero, cuando se cumplieron los 90 años del extraordinario descubrimiento encabezado por el arqueólogo Alfonso Caso y su equipo de colaboradores.

Con todo lo anterior se da un importante paso en la protección y resguardo de las condiciones físicas de tan significativo inmueble y de sus colecciones, los cuales constituyen un auténtico orgullo para la capital de Oaxaca, de la entidad y de México.