Mexicanos Contra la Corrupción
Oaxaca.-El 15 de mayo inició la temporada de ciclones de 2022. ¿Está preparado el país, y particularmente Tula, para enfrentar inundaciones similares a las que ocurrieron durante 2021?
Las fuertes lluvias en el centro del país llevaron al desbordamiento del río Tula en septiembre de 2021. Sin previo aviso, personas como la señora Elba García López despertaron en la mitad de la noche, luego de lo que se sintió como una ola que golpeó a sus puertas e inundó sus hogares hasta las rodillas.
El 6 de septiembre del 2021, la pequeña ciudad de Tula, Hidalgo vio morir a diecisiete de sus habitantes y aproximadamente a 70 mil más perder su patrimonio. En noviembre, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador reconoció que el desbordamiento del río no fue provocado por causas naturales, como se especuló inicialmente, sino por la decisión deliberada de desviar las aguas residuales de los túneles Emisor Central y Emisor Oriente al río Tula, en Hidalgo.. La comunidad de Tula fue víctima esa noche de una inundación planeada, diseñada para salvaguardar el Valle de México. En los días siguientes, sería víctima de un sistema de atención de desastres deficiente y de la falta de apoyos para recuperar la normalidad. Esta tragedia muestra cómo la corrupción y la impunidad pueden tener un efecto devastador en la vida de las personas.
Dean Chanim, doctor en antropología por la universidad de Stanford, quien realizó su investigación posdoctoral en la universidad de Princeton acerca de la problemática del sistema de drenaje del Valle de México, resaltó el sacrificio de zonas marginadas y de la periferia que realizan las ingenieras de los Sistemas de Agua de la Ciudad de México (SACMEX) y de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) cuando los drenajes de la Ciudad y del Estado de México rebasan su capacidad.
Dicha hipótesis fue negada por el presidente López Obrador en la conferencia mañanera del 7 de septiembre, quien aseguró que el desbordamiento del río Tula fue provocado por causas naturales y lluvias anormales. Sin embargo, dos meses después, Conagua presentó un informe que reconocía que la inundación fue provocada por las constantes descargas de aguas pluviales procedentes de la Ciudad de México por medio del Túnel Emisor Oriente (TEO) hacia el río Tula. Este informe reconoce además el conocimiento previo de las autoridades sobre la posibilidad de inundación desde el 2009, según el Atlas de Riesgo de Hidalgo.
El TEO, desde su planeación en el 2008, fue diseñado como una alternativa para evitar las inundaciones en la Ciudad de México y zonas conurbadas. El proyecto pretendía duplicar la capacidad de drenaje de la Cuenca del Valle de México, al enviar las aguas residuales a la planta de tratamiento de Atotonilco de Tula. CONAGUA y la oficina de la Presidencia hicieron especial énfasis en el papel de la oposición en intentar frenar las obras de ampliación de la capacidad de la conducción del río. Quienes se oponían a estas obras alertaban sobre el daño que le ocasionarían a la flora y fauna de Tula; además, pondría en riesgo a otros municipios, como Ixmiquilpan, el cual también se inundó el 6 de septiembre. El doctor Chanim defiende que desde hace 70 años existe una solución a las inundaciones del Valle de México sin sacrificar a los municipios de la periferia: ampliar la retención del Valle de México.
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