Por   César Elí García

Oaxaca.-En un tomo discreto (apenas 45 páginas) Ángel Aristarco nos presenta una colección de poemas que tienen como punto rotativo la ausencia, sin embargo, no se limita a la hondura de esta, sino que a partir de ella intenta explicarse aquello que ocurre en su entorno. Tengamos presente que este, es su comunidad, su pueblo. Por tanto, esta próximo a la naturaleza, lo que lo lleva a contemplar en ella un reflejo de aquello que le acontece.

Ángel es un poeta bilingüe por ende estas 45 páginas se doblan en 90 con su respectiva traducción del zapoteco al español, podemos notar que este joven poeta, se hace consciente del sitio en que esta parado como un hablante de lengua madre, y con ese acto se hace consciente de su estado político, en donde el ser indígena y reconocerse como tal, lo ayuda a tomar el camino hacia las letras, de tal manera que se permite hablar de un pasado mítico. Pero también de un presente, en que el mito se diluye en ese gran rio que es la modernidad.

El humano desde que existe como tal, ha sentido asombro ante la naturaleza, el origen de este asombro, tiene lugar en un acto de conciencia de reconocerse desprotegido ante ella y reconocer su insignificancia ante el cosmos. La vulnerabilidad del humano ante el fenómeno natural lo asombra, este asombro Ángel lo manifiesta en Los rayos parten en pedazos / la sombra de la noche contra este acto de asombro solo cabe la mesura. Esta postura reverente ante lo natural, se contrasta con el capitalismo industrioso, el mal de nuestros tiempos. Podemos notar un lamento ante el jiro óptico, de ver a la naturaleza como una fuerza enigmática, a contemplarla como una fuente inagotable de recursos para transformar; A lo lejos, allá en el bosque castigado por los / aserraderos. De esta manera la voz del poeta se pronuncia como un lamento, que testifica la circunstancia del prójimo Tus padres lloran, / sus lágrimas hablan de un migrante / que se fue caminando y regresó con alas. Un prójimo ausente, que para calmar el vacío lo diviniza y mitifica, lo hace un ser en su memoria, un cuidador. Ángel nos sugiere que para que el humano tenga respeto a lo natural hay que devolverle la mirada de otro tiempo, por ello se pregunta: ¿Cómo es el canto que los dioses / guardaron en el corazón de los pájaros?  Dando como resultado Una búsqueda de lo divino en lo natral-cósmico.

Vuelo de ensueño fue editado por la editorial Pez en el árbol en este 2022. Cabe anotar que la portada corresponde a una contribución del artista plástico Dionicio Martínez, quien parece ya ser un donante, de las portadas de dicha casa editorial. Solo nos resta decir que con estas páginas es posible tener un Vuelo de ensueño.