Este año bajo el lema “Nuestro Planeta. Nuestra Salud”, la institución precisó que es urgente se tome conciencia de las consecuencias de la contaminación ambiental y el cambio climático.
Al sostener que en las últimas décadas se ha visto un incremento en enfermedades por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, como olas de calor, tormentas e inundaciones, incendios forestales, el aumento de patologías sensibles al clima como las transmitidas por vectores, donde se ha notificado una mayor reproducción, resiliencia e incidencia.
La dependencia citó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada cuatro enfermedades en el mundo puede estar relacionada con factores ambientales, de ahí que se promueve y fortalece la implementación de medidas de prevención y adaptación para mejorar los estilos de vida de las personas de una manera más responsable con el planeta.
Indicó también que la pandemia por COVID-19 acentuó la relación existente entre el medio ambiente y la salud, la necesidad urgente de la disponibilidad y accesibilidad a los espacios verdes naturales, para reducir el riesgo de contagio, así como mejorar el bienestar mental y físico.
Precisó que el modo en que las personas viven y consumen, si no son de manera responsables y consientes pueden ser perjudiciales para el clima y afectar negativamente a la salud de las comunidades.
Ante lo cual, la dependencia exhortó a la población a incentivar desde los hogares espacios propicios para cuidar del planeta y la salud como: reciclar los residuos orgánicos - cáscaras de frutas y verduras, sobrantes de comida, hojas, servilletas entre otros y producir composta, la cual sirve como abono natural para enriquecer el suelo, así como clasificar los residuos inorgánicos: latas de aluminio, botellas de plástico, papel, cartón, plástico, entre otros y no tirar basura en la calle.
Aunado a cuidar el agua, reciclándola, utilizando la mínima cantidad de jabón o detergente; vigilar que las llaves de agua estén bien cerradas y no gotee, en caso de ser necesario cambiar los empaques para evitar fugas e instalar economizadores de agua y reducir los tiempos en la ducha.
Detalló que para preservar la energía eléctrica se deben apagar y desconectar los aparatos electrónicos que no se ocupen como: luces, microondas, computadoras, televisiones, bocinas y reguladores; utilizar papel prudentemente y optar por archivos electrónicos que permitan disminuir el consumo de este recurso.
Reducir, además, la utilización de desechables y consumir productos orgánicos ya que son más saludables y se apoya la economía local, incrementar el uso de la bicicleta o caminar para trasladarse, ello coadyuva también a mejorar el funcionamiento correcto del organismo, reduce el riesgo de enfermedades y evita contaminar al ambiente.
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