Proyecto Zegache, creador del cetro que portará la diosa Centéotl

• Se trata de una pieza única en su tipo inspirada en el arte ancestral, con acabado barroco, elaborada con madera de cedro estofado y cubierta con hoja de oro

• El colectivo de artesanas y artesanos tomó como referencia “la grandeza del maíz” representativa en la cultura mexicana y oaxaqueña

Oaxaca.-  En un taller de este municipio ubicado en los Valles Centrales de Oaxaca, artesanas y artesanos del colectivo Proyecto Zegache fueron seleccionados para crear el cetro que portará la representante de la Diosa Centéotl 2023 durante las fiestas de Julio, Mes de la Guelaguetza.

Luego de la votación por integrantes del Comité Organizador Intersecretarial de las festividades de los Lunes del Cerro y su Octava, en el que participan las secretarías de las Culturas y Artes, de Turismo, de Desarrollo Económico y de Interculturalidad, Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, así como la Coordinación de Comunicación Social, se eligió el cetro entre varias propuestas que se presentaron.

Proyecto Zegache, que dirige la artesana Mónica Galván Cruz, está integrado por Antonio Ambrosio Salvador, Erick Galván Peralta, Juan Manuel Pérez, María Benito Guatemala, Sabina Chompa Ambrosio y Paula Montes Lorenzo, quienes asumieron el reto de crear una pieza original que portará la representante de la Diosa Centéotl durante las diversas actividades que se desarrollarán en la máxima fiesta de las y los oaxaqueños, entre ellas las cuatro presentaciones de los Lunes del Cerro en el Auditorio Guelaguetza.

El colectivo se inspiró en la deidad del maíz para crear una pieza única en su tipo, tallada en madera de cedro estofado, policromado al óleo, base de preparación a la media creta cubierta con hoja de oro de 23.5 kilates.

Galván Cruz precisó que todo el equipo del colectivo estuvo involucrado en la planeación del proyecto, así como en el diseño y ejecución de la pieza, que se inspira en el arte ancestral con acabado barroco.

En esta obra, destacan elementos como mazorcas de maíz, que hacen referencia a la deidad de este grano, representativo en la cultura mexicana y oaxaqueña.

El colectivo estima 200 años en la conservación de la obra en su estado original.