Oaxaca.-La inteligencia artificial (IA) es una herramienta que ofrece grandes posibilidades en ámbitos como la medicina, la eficiencia energética, el desarrollo sostenible, el medio ambiente, el cambio climático o las emergencias humanitarias, entre otros.
Sin embargo, también plantea desafíos, especialmente en la lucha contra la discriminación digital, en la que se incluye la discriminación de género.
La IA puede combatir los sesgos de género desde el debate social y la acción política, desde la diversidad y desde la construcción de proyectos justos e igualitarios con impacto social 2 . En cuanto a la misoginia, se ha planteado la posibilidad de que la IA pueda generar una nueva generación de misoginia.
Esto se debe a que los algoritmos de IA son diseñados y entrenados por seres humanos, quienes pueden tener prejuicios y estereotipos de género incorporados en su pensamiento y comportamiento.
Si estos prejuicios no se abordan durante el desarrollo y entrenamiento de los algoritmos de IA, pueden perpetuarse y amplificar los sesgos de género en las decisiones y recomendaciones automatizadas que la IA proporciona.
Es importante destacar que existen iniciativas como el proyecto Gender Shades del MIT que tiene por objetivo descubrir patrones de discriminación o estigmatización en la sociedad que permitan diseñar estrategias destinadas a garantizar la igualdad.
Además, algunos expertos señalan que la IA ética sería clave para lograr cosas que van desde crear un asistente inteligente hasta algo tan poco ético como armar con robots a los ejércitos .