Oaxaca.-Al participar en el Congreso Nacional de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos, la presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Claudia Olivia Morales Reza afirmó que las personas afrodescendientes e indígenas enfrentan una discriminación estructural que atenta contra su dignidad.
Acompañada por el representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Guillermo Fernández Maldonado; el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez y el ombudsman de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, resaltó que, si bien los derechos humanos de las personas indígenas y afrodescendientes están reconocidos, existen retos para su justiciabilidad.
Resaltó que el Congreso convocado por los ombudsperson del país, pone al centro de la toma de decisiones a las personas de las comunidades indígenas y afrodescendientes, y se abordan aspectos relacionados con el reconocimiento y exigencia de los derechos humanos.
Agregó que la agenda de derechos humanos de las comunidades y personas indígena, así como afrodescendientes debe ser fortalecida desde diversos frentes, para lo cual es importante escucharles, pues esto permitirá realizar acciones contundentes que tengan un impacto positivo en sus vidas.
La titular de Conapred dijo que, desde la perspectiva de esa institución, pese a los avances en materia legal, aún persisten obstáculos que reproducen desigualdades y que impiden que las personas indígenas y afrodescendientes puedan acceder plenamente a sus derechos, por ejemplo, datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017 muestra que el 34.1% de personas encuestadas cree que la pobreza de las personas indígenas se debe a su cultura.
Mientras que otro dato de la Enadis 2017, indica que los principales espacios en los que las personas indígenas enfrentan discriminación son los servicios médicos, la calle o el transporte público, el trabajo y la escuela, es decir, los espacios que compartimos, además de que 22% de las personas encuestadas no estaría dispuesta a rentar una habitación a una persona afrodescendientes.
Morales Reza indicó que esta encuesta identificó que el 36.2% de las personas les gustaría poco o nada que una persona afrodescendiente fuera electa para la presidencia de la república, esto nos indica que aún no hay avances sustantivos que permita que este sector de la población pueda ejercer plenamente sus derechos.
Añadió que atender adecuadamente los derechos humanos de las personas afrodescendientes e indígenas requiere una atención diferenciada que debe considerar dos enfoques: por un lado, los derechos individuales y otro que considere sus derechos colectivos, estos últimos aún están pendientes de reconocimiento por parte del Estado mexicano, los cuales son esenciales para las comunidades.
Finalmente, la titular de Conapred instó en que las personas afrodescendientes e indígenas requieren atención desde un enfoque integral que conjunte la perspectiva intercultural y de género que les permita acceder a políticas públicas que hagan efectivo el goce y ejercicio de sus derechos humanos.