Oaxaca.- A lo largo de 25 años, Fredy Pedro López Tomás ha combatido al parásito Plasmodium como su principal enemigo, el cual se transmite por la picadura del zancudo Anopheles, causante del paludismo.
Con sencillez y disciplina, cada jornada de trabajo en los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) inicia de manera religiosa desde muy temprano, con su casco amarillo, enfundado en su camisola caqui y como arma una termomochila, todos los días sale a la batalla contra este vector en el municipio de San Miguel Sola de Vega enclavado en la Sierra Madre del Sur.
Como jefe de brigada, estratégicamente elabora rutas de trabajo en las zonas palúdicas en busca de casos sospechosos; junto a su equipo coadyuva a vigilar y a mantener el control epidemiológico de este parásito que una vez que entra en el cuerpo, el Plasmodium fluye por la sangre, se aloja en el hígado y se reproduce dentro de los glóbulos rojos hasta que se rompen, causando fiebres muy altas.
El paludismo es una enfermedad infecciosa que tiene cura, pero puede ser mortal de no tratarse bien y a tiempo, predica López Tomás en cada casa que visita; con una gran satisfacción, orienta y fomenta las medidas preventivas para proteger a las familias oaxaqueñas del vector.
Al igual que él, 570 trabajadores de campo y más 330 que conforman el gremio sindical, distribuidos a lo largo y ancho del territorio estatal, hoy 17 de agosto conmemoran el Día del Trabajador del Programa de Paludismo.
En este sentido, la secretaria de Salud, Alma Lilia Velasco Hernández, a nombre del Gobernador del Estado, Salomón Jara Cruz, externó sus felicitaciones por la ardua e inalcanzable labor que realiza el ejército de “cascos amarillos” en beneficio de la población oaxaqueña.
La funcionaria señaló que a la semana epidemiológica número 31 se tiene el registro en Oaxaca de dos casos de paludismo autóctonos, 24 (importados) pacientes que se contagiaron en otros países y uno (foráneo) de otro estado.
De acuerdo a su distribución, cinco son de la Jurisdicción Sanitaria 1 de Valles Centrales y 22 del Istmo; del total 20 son masculinos y siete femeninos.
Los 24 casos importados, corresponden a migrantes provenientes de los países de Venezuela, Afganistán, China, Mauritania, Ecuador y Chile.
En este sentido, dijo, la institución se encuentra intensificando las acciones de vigilancia epidemiológica en las unidades médicas de las dos Jurisdicciones Sanitarias afectadas, con toma de gota gruesa en pacientes febriles que cumplan con la definición operacional de caso, con énfasis en población migrante.
Precisó que existen medidas de control para el mosquito Anopheles, el cual se basa en la Eliminación y Modificación de Hábitats y criaderos de anofelinos (EMHCA) mediante la participación comunitaria para la remoción de algas verdes filamentosas presentes en los criaderos y el corte de vegetación peri domiciliaria, que es el sitio de reposo de vectores adultos.
Por lo que recomendó realizar la instalación de barreras físicas en las casas como: mallas mosquiteras en puertas y ventanas, uso de pabellones, encalamiento de vivienda, para impedir el acceso de mosquitos a las viviendas (vivienda segura).
En caso de presentar fiebre, escalofríos, sudoración, vómito, dolor de cabeza, las personas deben acudir a la unidad de salud más cercana para su atención. Los síntomas aparecen a los siete días o más, generalmente entre los 10 y 15 días de la picadura del mosquito.