Oaxaca.- Reflejos de fatalidad. Imágenes simbolistas en la Colección Toledo es una muestra que explora las obras gráficas pertenecientes a la Colección Toledo del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), que se relacionan al movimiento simbolista en Europa y México. Dicha corriente surgió en Francia a finales del siglo XIX y logró extenderse hasta las primeras décadas del siglo XX.
La exposición fue curada por Ariel Miranda y se inauguró este sábado 3 de junio en el IAGO, sede Alcalá, y permanecerá hasta el mes agosto.
Miranda indicó que la muestra está dividida en tres ejes temáticos, donde abordan los contenidos más recurrentes dentro del movimiento simbolista: la muerte, el erotismo y la fantasía.
“La muerte desde la propia perspectiva de los artistas con autorretratos, representaciones e imágenes vinculadas a los sentimientos de desasosiego y temor. El erotismo que encuentra su punto cúspide en la femme fatale, y expresa las nuevas visiones sobre el cuerpo masculino y femenino. Por medio de la fantasía los simbolistas realizaron la reinterpretación de mitos, paraísos perdidos y escenas religiosas”.
Agregó que “todo este conjunto hilvanado nos abre paso a las ensoñaciones de los simbolistas, protagonizadas por la fatalidad, la naturaleza, la emoción y el deseo que son vertidos en las escenas y personajes representados”.
La curadora dijo que si bien, la mayoría de las obras gráficas presentadas son de artistas como James Ensor, Max Klinger, Félicien Rops, Odilon Redon, Lovis Corinth, Georges Rouault, Julio Ruelas y Roberto Montenegro, y tienen temporalidad alrededor de 1880-1924, también incluyeron algunas piezas de Rodolphe Bresdin, debido a que en su obra hay ciertos destellos que nos aluden a la naturaleza del simbolismo.
“Así, entre el impulso de una consciencia decadente, los artistas simbolistas se enfrentaron a una modernidad asfixiante, constituyeron un imaginario del cual emergieron sus ideas y expresiones opuestas a la realidad de su entorno, las transformaciones de la naturaleza, la vida moderna y sus inquietudes finiseculares.
Sobre el movimiento simbolista, Miranda comentó que “la primera definición del movimiento se realizó el 18 de septiembre de 1886 a través del periódico parisino Le Figaro, que publicó el Manifiesto Simbolista escrito por Jean Moréas. En dicha publicación, Moréas externa su rechazo al naturalismo y a la objetividad, asimismo sostiene que el simbolismo es el único capaz de acercar al espíritu hacia la creación artística y expresar subjetivamente la idea valiéndose de elementos simbólicos o alegóricos”.
El simbolismo estuvo determinado en dar respuesta a la apresurada industrialización, los avances técnicos y la vida moderna, así como el rumbo en que se tornaba la humanidad y el espíritu ante estos sucesos.
La curadora detalló que “el interés del movimiento fue establecer un vínculo entre lo subjetivo, el símbolo, la imaginación y el sentimiento, dichos elementos fueron ocupados por los artistas de la época y difundidos a través de la pintura, escultura, literatura, música y gráfica. Poco después, estos ideales fueron trasladados al panorama artístico de México, gracias al intercambio cultural de los artistas mexicanos que viajaron a Europa y lograron identificarse con esta visión”.
Uno de los objetivos de esta exposición es continuar explorando la colección que conformó durante muchos años el artista Francisco Toledo. Curadores de arte continuamente recurren al acervo de la Colección Toledo para mostrarlo en exposiciones dentro y fuera de México, es por ello que el IAGO también busca mostrar estas obras en Oaxaca.