Refirió que en 2019, antes de la pandemia de covid-19, se realizaron 2 mil 989 cirugías sustitutivas de riñón, y en 2021 fueron mil 971. Falta mucho por hacer, subrayó, y más si se toma en cuenta que cada año se diagnostican entre 40 mil a 50 mil nuevos casos de falla renal.
Socorro Vital Flores, nefróloga en el Hospital Juárez de México, comentó que estimaciones internacionales indican que la enfermedad será la quinta causa de muerte en 2040, lo cual se explica porque 86 por ciento de los afectados tienen el antecedente de diabetes mellitus (52 por ciento) o hipertensión arterial (34 por ciento). Ambos están entre los males crónicos más frecuentes en el país.
La especialista comentó que hay cinco etapas de la insuficiencia renal. En las primeras tres, los afectados no presentan síntomas de deterioro en el órgano, por lo que la mayoría acude a los servicios de salud cuando aparecen manifestaciones como hinchazón en extremidades, alteración en la presión arterial, espuma en la orina, cansancio, palidez y mal estado general. Otras pueden ser malestares gastrointestinales, pérdida del apetito, náuseas al despertar, sabor metálico en la boca, sangrado en las encías y vómito con sangre.
El doctor Cardona precisó que las cifras de casos y defunciones son estimaciones a partir de indicadores internacionales, porque en México no existe registro de personas con el mal.
También hay subreporte de decesos. Las estadísticas oficiales indican que al año ocurren menos de 20 mil muertes, pero se calcula que son alrededor de 60 mil. Esto es así, explicó, porque a causa de la falla renal aumenta el riesgo de afecciones cardiovasculares, que en México representan la principal causa de fallecimiento, o los médicos asientan como causa de la defunción diabetes u otros padecimientos.
El especialista resaltó que la insuficiencia renal crónica provoca gastos catastróficos y no existe un sistema de salud capaz de absorber el costo de la atención y los tratamientos, por lo que se debe apostar por la prevención, que es llevar una dieta saludable, realizar ejercicio físico, mantener en control los niveles de azúcar y realizarse un examen general de orina una vez al año, entre otras acciones.