Oaxaca.-El mes de marzo en la Costa y Sierra Sur se caracteriza por la celebración de sus fiestas comunitarias en dos comunidades que integran el Consejo de Pueblos Unidos por la Defensa del Río Verde- COPUDEVER. El 9 y 10 de marzo en la comunidad de Corral de Piedra celebraron al “señor de las tres caídas” y el 18 y 19 de marzo en Las Trojes a San José. Ambas celebraciones son expresiones de comunalidad y solidaridad, que se manifiestan en la colaboración comunitaria para realizar las fiestas con el fin de celebrar la espiritualidad, la identidad y cultura desde el pueblo chinanteco, además son manifestaciones de resistencia comunitaria y defensa del territorio. En las comunidades oaxaqueñas, la fiesta es uno de los pilares de la comunalidad, así como las normas, valores y leyes comunitarias, conocimientos, cosmovisión o creencias, lengua y símbolos. 

Los preparativos de la fiesta de acción de gracias al río Verde empiezan semanas antes del 14 de marzo en Paso de la Reyna. Este año reafirmaron la celebración en una asamblea comunitaria realizada el 21 de enero. A partir de esa fecha las autoridades agrarias y municipales, así como el comité del COPUDEVER de la comunidad y el consejo municipal, se reunieron casi todos los días en la tarde-noche con la finalidad de organizar la celebración al río. La celebración se realiza desde el año 2018, fue un acuerdo comunitario establecido en su reglamento ejidal, celebrar y agradecer al río Verde por las benevolencias, bondades y regalos que el río da a las y los pobladores, a la celebración la nombraron “día de acción de gracias al río Verde”. Esta celebración coincide con el día internacional contra las presas y en defensa de los ríos. 

Además de las autoridades de la comunidad se involucra la población en la preparación de la celebración, los niños y niñas de la escuela primaria limpiaron las calles de la comunidad, una comisión de compañeros fueron a pescar congas para la comida del 14 de marzo, otra comisión construyó la enramada a orillas del río Verde desde principios de marzo, enramada que disfrutan los lugareños para irse a refrescar estos días calurosos, asimismo los peregrinos de Puebla, Estado de México, Coixtlahuaca y Putla, que transitan por la comunidad rumbo a Juquila.

Otra peregrinación que atraviesa Paso de la Reyna es la proveniente de Juquila, quienes empezaron a llegar desde el 13 de marzo y van rumbo a San Andrés Huaxpaltepec a celebrar la “fiesta del Cuarto Viernes de Cuaresma”, algunos peregrinos y peregrinas descansan en la cancha, otros únicamente transitan por la comunidad para llegar pronto a su destino. 

La celebración del 14 de marzo inició con las mañanitas al río Verde, las mañanitas las tocó y cantó la orquesta y los asistentes a la celebración. Esta orquesta está integrada por niños, niñas, jóvenes y personas mayores de la comunidad. En las vísperas de la celebración, se escuchaban los instrumentos musicales en el pueblo, lo anterior, anunciaba las notas musicales que serían escuchadas por las aguas verdes del río, el 14 de marzo. 

El ritual al río no podía faltar en la fiesta, entre veladoras se agradeció a la madre tierra un año más del río Verde, así también por estar presentes compartiendo el dolor, pero también la esperanza de seguir caminando juntas y juntos defendiendo la vida y los bienes naturales comunes como el agua.

La participación del jardín de niños y niñas “Lázaro Cárdenas del Río”, de la escuela primaria “Benito Juárez” y de las y los jóvenes de la “telesecundaria” no faltó en la celebración, su aporte y agradecimiento al río fue mediante: poesía y reflexiones al río, la identidad de la blanquilla, la importancia de las congas del río y el cuidado del medio ambiente. Las niñas y niños exclamaron “queremos al río Verde con todo el corazón”. También se bailó el “baile de la olla”, el río danzaba al son de la música que interpretaban las niñas con tanta gracia y alegría. 

Posteriormente, se presentó el número 48 de la revista El Topil, denominada “Mujeres, agua y vida comunitaria”. Los textos de la revista reflexionan sobre el papel que juegan las mujeres en la vida comunitaria y en el cuidado de la tierra y los bienes comunes como el agua, maíz y los ríos. 

Se celebró la misa, y el padre consagró las flores y al río Verde, para después realizar la “ofrenda floral” al río. Es una acción muy bonita que alegró y vistió al río Verde con los colores de las flores, rosas, amarillas y blancas, flores que fluían alegremente en las aguas del río. Anteriormente el río se vestía de flores de manera natural, los árboles que estaban a las orillas del río dejaban caer sutilmente sus flores, flores que formaban una alfombra natural multicolor en el río. 

La fiesta finalizó bailando sones y chilenas a orilla del río Verde, esperando encontrarnos nuevamente para ofrendar y honrar al hermoso río Verde porque con él hemos compartido tristezas, rabia y dolor, pero también triunfos, gozos y alegrías.

Angélica Castro Rodríguez | Educa A.C.