Oaxaca.-La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), mediante la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), y la Secretaría de Cultura de Chihuahua, después de revisar las propuestas participantes en el Premio Bellas Artes de Crónica Literaria Carlos Montemayor 2023, determinaron que la obra ganadora de este certamen es Retorno inasible, de Rigoberto Martínez Escárcega.
El jurado, integrado por Myrna Pastrana, Magali Tercero y Enrique Escalona, consideró que esta propuesta se trata de una crónica ágil y bien documentada que complementa el relato del derrotero que siguieron los sobrevivientes del asalto al cuartel de Madera la madrugada del 23 de septiembre de 1965.
“Destaca el manejo del lenguaje en las descripciones que transmite el paisaje, a veces hermoso y a veces amenazante, en consonancia con lo narrado. La breve y precisa cronología histórica permite que cualquier lector entienda el marco histórico y Retorno inasible establece un interesante diálogo con La fuga, obra de Carlos Montemayor”, señaló el jurado en su acta deliberativa.
Respecto al premio, el autor se dijo contento y agradecido, pero subrayó que éste no representa una alegría personal, sino colectiva, pues con su obra intenta recordar al grupo de jóvenes que buscaban un porvenir más próspero, que marcaron un precedente en la guerrilla en nuestro país y que fueron olvidados por la historia oficial.
“La obra trata sobre un grupo de jóvenes guerrilleros de la sierra de Chihuahua que lucharon contra el capitalismo y sus injusticias para crear un México mejor. Varios de ellos fueron torturados y asesinados, pero casi no se sabe de ellos, nadie sabe que existieron. Sin embargo, este movimiento merece un gran reconocimiento porque fue muy importante para el México que tenemos hoy”, afirmó.
El también profesor explicó que al elaborar esta obra intentó, además de rescatar el acontecimiento en sí, tratar de explicar —desde la subjetividad— qué pensaban esos jóvenes, qué decían, qué sentían, cómo era su forma de ser y cuáles eran sus anhelos.
“Es muy conocido el hecho del asalto al cuartel de Madera de 1965, que es el acontecimiento que marca el precedente de la guerrilla en México. Después de eso, otro grupo de jóvenes regresa y pretende continuar el legado de este movimiento que, tristemente, terminó en un hecho trágico. El ‘retorno’ de estos jóvenes es donde empieza la novela, arranca con quienes quieren continuar con lo del cuartel de Madera. De eso va el título de la novela, Retorno inasible, que creo que lo explica todo, pues la misión era una tarea imposible, prácticamente estos jóvenes iban a la muerte”, contó.
Martínez Escárcega refirió que con esta obra también busca continuar con el trabajo de Carlos Montemayor, quien escribió tres novelas sobre este acontecimiento: Las armas del alba (2003), La fuga (2007) y Las mujeres del alba (2010). Sin embargo, después de esta última obra, Montemayor falleció, por lo que el autor intenta concluir la labor que éste dejó pendiente.
“Podemos decir que con mi novela intento enriquecer ese trabajo que Carlos Montemayor dejó inconcluso y que quedó pendiente. Creo que asumí un compromiso muy fuerte al continuar con su obra. Me siento muy identificado con él porque también soy de ahí, soy de la región de la sierra de Chihuahua y en esa zona todos los niños crecimos escuchando estas historias. Esos jóvenes se convirtieron en nuestros héroes”, recordó.
Además, aseguró que conoce muy bien la obra de Carlos Montemayor y tiene acceso a sus archivos gracias a la Universidad de Ciudad Juárez. También señaló que tuvo la oportunidad de conocerlo de cerca y lo describe como una persona y un escritor admirable.
Sobre la crónica, mencionó que eligió este formato porque se pueden conjuntar varias disciplinas, pues se trata de literatura elaborada a partir de la historia. No basta con un gran trabajo de historiografía, sino que se deben emplear correctamente las palabras y la narrativa. También confesó que esta novela es su primer acercamiento ‘formal’ a la literatura.
“Retorno inasible me costó años de escritura, pues no soy historiador y es la primera novela con la que me acerco a la literatura. Trabajé en la sierra como profesor, la conozco muy bien y la he caminado varias veces para poder recrear los hechos, la recorrí como si fuera un guerrillero. Un día estos personajes me ‘hablaron’ y me ‘levantaron’ de la cama para escribir esta novela que hice con mucho cariño y que espero sirva para complementar la labor del gran Carlos Montemayor”, concluyó.
Un impulso al periodismo y la literatura desde 1986
El Premio Bellas Artes de Crónica Literaria Carlos Montemayor es un reconocimiento que, desde 1982, distingue el testimonio plasmado a través de este género situado entre el periodismo y la literatura, el cual tiene el valor de mostrar la forma en que la realidad hiere a un testigo.
En 2010, este reconocimiento adoptó el nombre de uno de los escritores, intelectuales y activistas más importantes de Chihuahua, Carlos Montemayor. Desde 2018, el certamen antes conocido como Premio Bellas Artes de Testimonio Carlos Montemayor adopta su nombre actual y extiende su convocatoria a trabajos escritos en cualquiera de las lenguas incluidas en el Catálogo de Lenguas Indígenas Nacionales (CLIN), del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali).
En 40 ediciones, el reconocimiento ha distinguido autoras y autores como Alfonso Gumucio (1982), José Luis da Cruz (1985), Guadalupe Guerrero (1991), Jorge Huitrón (1993), Olga Aragón Castillo (1994), Carlos Mario Alvarado Licón (1996), Fernando Sandoval y Ramón Gutiérrez (1998), Emiliano Pérez Cruz (2000), Luz María Montes de Oca (2004), Braulio Peralta (2005), Ernesto Lumbreras (2007), Myrna Pastrana (2010), Esther Hernández Palacios (2011), Ramsés García Ancira (2016), Yunuen Esmeralda Díaz (2019), Diego Olavarría Sayavedra (2020), Violeta Santiago (2021) y Omar Millán González (2022).
Rigoberto Martínez Escárcega
Nació en la ciudad de Chihuahua, México, en 1975; es licenciado en educación primaria por el Centro de Actualización del Magisterio, maestro en educación por el Centro de Investigación y Docencia, y doctor en educación por la Universidad de Tijuana. Se ha desempeñado como profesor de educación primaria y educación especial. Docente de tiempo completo en la Universidad Pedagógica Nacional. Fundador y director general del Centro Latinoamericano de Pensamiento Crítico. Militante activo del altermundismo. Miembro del Consejo Mexicano de Investigación Educativa.
Actualmente, incursiona en el campo de la epistemología, la política, el psicoanálisis y las pedagogías críticas.