Oaxaca.-Carlos Fuentes, Octavio Paz, Alfonso García Robles, Gabriel García Márquez, Juan Rulfo son parte de las personalidades que posaron para Lucinda Urrusti, pintora quien a los 10 años de edad llegó a México en el Sinaí, uno de los tres buques conocidos como “los barcos de la libertad”.
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, lamentan el deceso de la artista egresada de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, donde cursó tres talleres libres: fresco con Federico Cantú; óleo con Agustín Lazo; y dibujo al desnudo con Jesús Guerrero Galván.
Lucinda Urrusti (quien nació en Melilla, Marruecos, ciudad autónoma española situada en el norte de África) presentó aproximadamente 150 exposiciones, tanto individuales como colectivas, junto con Alberto Gironella, Vicente Rojo, José Luis Cuevas, Pedro y Rafael Coronel, entre otros. También hizo amistad con Lilia Carrillo con quien trabajó una pintura al fresco en una iglesia y se relacionó con los jóvenes filósofos del grupo Hiperión.
Asimismo, formó parte del equipo de museografía de Fernando Gamboa, quien la vinculó con un amplio grupo de creadores. fue miembro del Salón de la Plástica Mexicana desde 1993 y del Sistema Nacional de Creadores de Arte; además de trabajar como comisaria de exposiciones en el Palacio de Bellas Artes y profesora de arte.
Mientras estudiaba, trabajó en el recién fundado Salón de la Plástica Mexicana, lo que le permitió conocer y tratar a otros artistas, y con el tiempo formó parte de la Generación de la Ruptura, aunque su obra se considera post-impresionista, a medio camino entre la figuración y la abstracción.
Lucinda Urrusti se inició como retratista, pero al avanzar el tiempo experimentó con técnicas como gráficos, cerámica, ilustraciones de libros, escultura en bronce y piedra, también con madera, papel, cerámica, hojas secas, papel con textura, para dar volumen e impresión de collage a sus creaciones.
El espacio, la luz, colores cambiantes, formas geométricas, animales, objetos comunes y figuras humanas son los protagonistas de sus piezas que han sido descritas por críticos de arte como Margarita Nelken, Antonio Rodríguez y Ceferino Palencia como “composiciones que guardan una intimidad con el papel de la luz prominente en la transmisión de emociones”. Suaves pinceladas y trazos apenas evocados o desvanecidos caracterizan su obra.
Reconocida a nivel internacional, Lucinda Urrusti participó en 1953 en la Bienal de la Juventud en París y la Bienal Panamericana de México y fue en 1973 cuando se presentó de forma individual en el Palacio de Bellas Artes.
Margarita Nelken y Antonio Rodríguez, entre otros críticos, coinciden en las características de su obra: el intimismo y la luz.