Hasta el momento, se han destapado numerosos secretos del universo en constante expansión. Uno de los avances más impresionantes ha sido la identificación de una enorme de galaxias que existieron en los primeros momentos del universo, cuando este apenas tenía 600 millones de años.
Este logro ha sido posible gracias al esfuerzo de destacados científicos, como Marcia Rieke de la Universidad de Arizona en Tucson, quien desvela el apasionante programa de investigación que se está llevando a cabo.
La experta detalla que, entre las cuestiones que se plantean, destacan: «¿Cómo se ensamblaron las primeras galaxias?», «Qué tan rápido formaron estrellas?» o «¿Por qué algunas galaxias dejan de formar estrellas?».
Según Ryan Endsley, investigador de la Universidad de Texas en Austin, el nacimiento de las galaxias tuvo lugar aproximadamente entre 500 y 850 millones de años después del Big Bang. Durante los primeros cientos de años tras el origen del universo, este se encontraba envuelto en una densa niebla gaseosa que impedía la visión clara de los fenómenos cósmicos.
No obstante, al transcurrir mil millones de años, esa niebla gaseosa comenzó a disiparse, provocando una transformación significativa en el universo: se volvió transparente. Este proceso de transición, conocido como 'reionización', ha sido objeto de intensa investigación por parte de los científicos.
Dentro del proyecto JADES, la NASA se encuentra inmersa en un profundo estudio de estas galaxias primigenias, empleando para ello el potente instrumento NIRSpec (Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano) a bordo del telescopio espacial James Webb. Los investigadores han logrado identificar señales reveladoras de un intenso proceso de formación estelar en estas antiguas estructuras cósmicas.