El sobrepeso impide que los niños y adolescentes “crezcan sanos y alcancen su máximo potencial”. Esta población está más expuesta a mantener esta condición en la edad adulta, a contraer enfermedades no transmisibles como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y algunos tipos de cáncer, y una menor esperanza de vida, explicó.
Las tendencias regionales “alarmantes” de sobrepeso y obesidad, cuya prevalencia “ha venido aumentando en las últimas dos décadas”, son consecuencia de entornos alimentarios obesogénicos, donde se promueve el consumo de productos no saludables y altos en azúcares, grasa y sal, y que limitan la actividad física.
La organización recomienda implementar programas integrales que promuevan hábitos alimenticios saludables y reduzcan la ingesta de alimentos poco saludables, así como aumentar la actividad física UNICEF, también destaca la importancia de crear entornos alimentarios saludables que promuevan hábitos alimenticios saludables y reduzcan el consumo de alimentos poco saludables.