Por: María de los Ángeles Nivón Molano
Oaxaca.-Luego de que en este espacio abordáramos el abandono y deterioro en que se encuentra la obra más importante y emblemática del artista plástico Francisco Toledo, denominada “La sangre de Mitla”, ubicada en el Patio El Guaje en el Jardín Etnobotánico, hay respuesta del gobierno de Salomón Jara Cruz para su rescate y preservación.
El mandatario oaxaqueño mostró su disposición y preocupación por la problemática que enfrenta, no solo la bellísima fuente de colores del maestro Toledo, sino también porque en 10 años no le dieron mantenimiento al lugar y tampoco se sabe en dónde quedó el dinero de la renta de los espacios para fiestas, asunto que se tendrá que investigar y revisar puntualmente.
Por ello, Jara Cruz instruyó al secretario de cultura, Víctor Cata para atender el asunto, quien ya se reunió con la familia del artista plástico de origen juchiteco, quienes le externaron también la preocupación por el daño que ha sufrido la obra con el paso del tiempo y porque el material que lo cubre, que son micas gruesas de minerales brillantes, utilizados en la época prehispánica, no son tan fáciles de conseguir.
Sin duda el maestro Toledo fue un genio de las artes plásticas, nos hace mucha falta.
El problema de la obra de Toledo es que se están cayendo precisamente esas micas que forran la pieza y ese será precisamente el mayor de los retos para la Secretaría de Cultura, quien tendrá la encomienda de su restauración, conseguirlas.
Por supuesto el tiempo será tardado, lo mismo que el proceso para conseguir la grana cochinilla que es con la que pinta el agua que emana de la fuente.
El funcionario público también sostuvo una reunión con el director general del Jardín Etnobotánico, Alejandro de Ávila, quien lo puso al tanto de la situación que guarda tanto la obra del maestro Toledo, la cual físicamente Víctor Cata constató su deterioro y dijo estar en la mejor disposición de coadyuvar para su rescate, como las demás áreas del Jardín.
De acuerdo con lo que comentaron las hijas del maestro Francisco Toledo, la obra se llama así “La sangre de Mitla” a partir de que el artista plástico utilizó elementos mesoamericanos como es el mismo árbol que se cayó en Matatlán y se lo obsequiaron al artista plástico, quien lo trasladó a la capital oaxaqueña para elaborar la fuente de aguas rojizas, simulando la sangre, la cual la procesaba con la grana cochinilla.
Lo impresionante será observar cómo baja el tinte de la grana cochinilla sobre el árbol caído de la especie Sabino forrado de micas de preciosos minerales brillantes, las cuales remontan a nuestras raíces mesoamericanas precolombinas, que si logran su rescate será para el disfrute del pueblo de Oaxaca y de miles de turistas.
El valor de la obra es incalculable, lo indignante es que no le hayan dado mantenimiento a pesar de todo los recursos que recibieron durante esos 10 años, los cuales se calculan en unos $80 millones de pesos y que bien haría el gobernador Jara Cruz en fincar responsabilidades contra quienes causaron tremendo daño al legado del maestro Toledo.
No se puede permitir que se atente de esa forma contra el legado cultural del artista plástico más importante de los últimos tiempos.
Víctor Cata también tendrá que hablar con los responsables del Fideicomiso Público de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Oaxaca (OCV), para indagar la situación que guarda la problemática de las áreas que se rentan para fiestas y desde cuándo no se le da mantenimiento a la obra emblemática de Toledo, la cual sufrió severo daño.
Y a propósito de esta oficina llamada OCV, nos escribió su anterior directora Begoña Hernández Mancilla para precisar que el Fideicomiso no estuvo a cargo de darle mantenimiento a la obra del maestro Toledo, la fuente de “La sangre de Mitla”, que no depende de ese organismo.
Aquí su respuesta:
“Hago de tu conocimiento que la obra de la Fuente de la Sangre de Mitla, no depende de la OCV, ni se encuentra en el patrimonio ni al resguardo de dicha oficina; su cuidado y funcionamiento lo lleva a cabo la dirección del JETBO, y va muy independiente de la renta del espacio denominado “Patio el Huaje”.
“Además, sí funciona y hay prueba de que, en varios eventos del año pasado, fue puesta en marcha, tras consideración de la dirección del Jardín, a quienes los permisionarios solicitaban ese permiso directamente”.
“Por otro lado, puedes consultar con la Secretaría de Finanzas, respecto al destino de los recursos obtenidos gracias a la derrama económica que dejan los eventos en el Jardín Etnobotánico, para el estado, ya que la OCV únicamente fue ente otorgador del permiso por uso, goce y aprovechamiento del espacio, durante mi gestión al frente de dicha dependencia”.
“Respecto al mantenimiento del inmueble del Jardín Etnobotánico, también puedes verificarlo con la Secretaría de Administración, ya que dicho recinto se encuentra en el patrimonio del gobierno de estado, y la OCV, mientras fui directora, no contó con recursos en ese rubro”.
“Con mucho gusto cuando gustes te platico todo sobre lo que sí se hizo durante mi gestión, y que ha traído grandes beneficios para el turismo de romance y de reuniones en Oaxaca”. ¡Saludos!
Begoña Hernández Mancilla
¡Qué tal!
Por supuesto que nos gustaría conocer cuáles fueron esos beneficios, porque no se sabe, no los vemos, pero ese será tema de investigación de las autoridades correspondientes porque ya retomaron el tema y que se deslinden responsabilidades.
La OCV fue creada mediante decreto precisamente como fideicomiso para hacerse cargo de la renta de esos espacios. Vamos a ver de quién es la responsabilidad.
Lo que sí indigna es el daño causado a la obra de valor incalculable del maestro Toledo y por supuesto el deterioro en que se encuentran los espacios que rentaban para fiestas.
Tiene que fincarse responsabilidades contra quienes causaron semejante daño.
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