Oaxaca.-La cantante de ópera Lourdes Ambriz y el compositor y pianista Héctor Infanzón recibieron esta tarde la Medalla Bellas Artes en Música 2023, mientras que el flautista y director de orquesta Horacio Franco lo hizo en lo correspondiente al año 2024.
Las preseas fueron entregadas en una ceremonia realizada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes de manos de la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), Lucina Jiménez López, y del titular del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, Luis Tareke Ortiz Cisneros, en representación de la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero.
En una ceremonia emotiva, donde los asistentes se sumaron a la alegría de los galardonados, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, expresó: “El Palacio de Bellas Artes se engrandece el día de hoy porque hace el más merecido reconocimiento a tres grandes trayectorias, tres grandes seres humanos y tres experiencias musicales que han enriquecido el escenario nacional e internacional”.
“Nos sentimos profundamente orgullosos en esta institución que es la más comprometida históricamente con la creación artística, con la gran diversidad de públicos, pero también con la memoria misma, algo que es fundamental. Se reconoce a Lourdes Ambriz, a Horacio Franco y a Héctor Infanzón, porque ellos forman parte ya de la memoria musical y de la memoria contemporánea de nuestro país”, dijo.
Y agregó: “Gracias por ese compromiso, en primer lugar, con ustedes mismos, porque abrazaron la música con pasión, con disciplina, y estudiaron y estudiaron… y siguen estudiando. Eso es algo que se agradece profundamente, porque la excelencia musical solo se finca en la posibilidad de descubrir lo que cada uno encuentra en su propio estilo musical, pero también en sus influencias y en aquello que quieren comunicar”.
La Medalla Bellas Artes, en ese sentido –agregó-- tiene una gran trascendencia, porque es un reconocimiento de pares, de las comunidades que arropan y que trabajan de manera constructiva y creativa para que el escenario musical, en este caso de México, se enriquezca.
La titular del Inbal reflexionó en el sentido de que los tres artistas galardonados “están aquí en el Palacio de Bellas Artes, en su casa”, porque han construido de muy diversas maneras este que es el recinto más importante de la cultura en México.
Ya sea porque el abuelo lo construyó para su nieto, pero también porque con su trabajo cada uno ha ido construyendo este recinto: Lourdes Ambriz con su canto y dirigiendo una etapa importante de la ópera en este Palacio; Infanzón con sus grandes conciertos de jazz y música clásica y contemporánea y haciendo escuela, y Horacio Franco con su espíritu y su compromiso por la música “que no traiciona”, que interpreta el mismo programa en una escuela secundaria de México que en la más prestigiada sala de conciertos europea.
Y agradeció al comité de selección de la Medalla Bellas Artes por su trabajo en este diálogo, en donde fue consciente la decisión de que estas tres trayectorias, aparentemente tan distintas, tenían en realidad los méritos de recibir el reconocimiento: tres vitales trayectorias, tres grandes seres humanos que se encuentran en un camino tan pleno y abierto como lo que hoy nos han compartido”, consideró.
En la ceremonia protocolaria, conducida por el subdirector general de Bellas Artes del Inbal, Héctor Romero Lecanda, la comunidad artística presente, colegas, amigos, familiares y el público en general pudieron apreciar sendas video-semblanzas de la y los artistas ganadores en las que se destacó sus respectivas trayectorias en el campo de la música y el canto.
En su momento, Lourdes Ambriz agradeció la presea otorgada al Inbal y al Palacio de Bellas Artes, “que es mi casa”, y a todos aquellos trabajadores del Inbal que nos dan la oportunidad de hacer nuestro trabajo en este recinto. “Agradecida con la vida y con mi destino que me ha llevado por esta aventura del canto desde jovencita, una aventura llena de regalos, hasta llegar a este que es el mejor de todos”.
Destacó en ese trayecto su relación con el Inbal desde joven como estudiante, luego como funcionaria y como cantante de ópera profesional. “Ha sido una historia de vida de la que he tomado mucho aprendizaje en todos los aspectos, incluido el colofón que es el de la enseñanza”, expresó la cantante internacional.
En ese sentido, Francisco Méndez Padilla destacó por su parte que es un privilegio hablar de Lourdes Ambriz, pues se trata de una de las personalidades más queridas del medio. “Su carrera de 45 años está sembrada de éxitos y reconocimientos, pero también de trabajo y estudio arduo e incesante y de un gran compromiso con la música.
Carisma y versatilidad la caracterizan, con un repertorio amplio y variado como solista o como parte de grupos operísticos, y en especial sus 30 años como cantante en las producciones de la Ópera de Bellas Artes, misma que también dirigió en su momento”.
Héctor Infanzón hizo lo mismo luego de recibir su presea. “Este es un bello día”, dijo, y al dedicar el premio y agradecer el apoyo recibido por su familia (entre ella su mamá, presente en la sala), recordó que su abuelo participó en la construcción del Palacio de Bellas Artes.
“Por eso le tengo un especial cariño al Palacio, y cada vez que toco aquí no dejo de pensar que mi abuelo construyó el recinto para que aquí yo tocara mi música para todos”, dijo luego de agradecer también “a la universidad de la vida” que “me dio grandes amigos dentro de la música”.
El periodista y promotor cultural Germán Palomares recordó en ese sentido que Héctor Infanzón se preparó para la música desde muy joven y en los años 80 inauguró su presencia en la música. Hoy tiene 13 discos y cinco espectáculos musicales.
Y destacó los éxitos que ha tenido en grandes escenarios en el extranjero, haciendo votos porque “los éxitos de los nuestros, en el campo que sea, sean reconocidos también en México. Héctor Infanzón es una artista vivo, homenajeado, cuyo cometido ha sido conmover al público, y aún tiene mucho camino por delante”, dijo.
Por su parte, el barítono Vladimir Rueda consideró que la entrega de la Medalla Bellas Artes a Horacio Franco “es un acto de justicia” porque reconoce “a un extraordinario artista, maestro, activista y ser humano, cuya pasión por la música y las artes, la enseñanza y la educación, lo hacen trascender y convertirlo hoy en un destacado protagonista de la cultura mexicana.
El flautista y director de orquesta Horacio Franco encontró este homenaje como el momento para cerrar un ciclo que comenzó el 12 de abril de 1978 cuando, a los 14 años de edad, dio su primer concierto en el Palacio de Bellas Artes, justo donde recibe la Medalla Bellas Artes.
Y dijo: “Este premio no es mío, sino del público y de todos aquellos que ha apoyado mi carrera; el público es el destinatario de lo que hacemos nosotros los artistas y el objetivo de nuestro mensaje son ustedes, el público, porque ustedes hacen que nuestras vidas tengan sentido”.
Su nuevo ciclo –junto a la música— subrayó el flautista, es como comunicador y analista de la vida pública de México y agradeció asimismo el apoyo de los medios de comunicación que han difundido su carrera musical, pero también agradeció el trabajo de quienes laboran en el Palacio de Bellas Artes porque hacen posible que, con su trabajo, de lunes a domingo, la música y las artes tengan lugar.
Finalmente expresó: “Una reflexión: Para nosotros los galardonados, este premio es un gran compromiso como músicos, de seguir, con rigor y amor en lo que nos queda de vida, haciendo la mejor de las músicas. Nunca hay que considerar que ya llegamos, porque siempre el artista puede y debe hacer algo mejor”.
Un comité de selección formado por los compositores Ana Lara, Ricardo Gallardo y Gerardo Tamez Domínguez decidió otorgar la máxima presea que entrega el Gobierno de México, a través del Inbal, a Lourdes Ambriz, Héctor Infanzón y Horacio Franco por sus contribuciones a enriquecer el patrimonio cultural de México mediante las expresiones artísticas, en este caso la música y el canto.
A la ceremonia organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) asistieron, además, los tres galardonados, así como el promotor cultural y de la ópera Francisco Méndez Padilla, el periodista y promotor musical Germán Palomares y el cantante de ópera barítono Vladimir Rueda, quienes hicieron las respectivas semblanzas de los ganadores de las Medallas Bellas Artes.
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