- La discusión sobre la reducción de la jornada laboral en México, que busca disminuir el tiempo de trabajo de 48 a 40 horas semanales, está programada para ser debatida en el Senado a finales de este año.
Oaxaca.-Esta reforma ha sido un tema recurrente en el Congreso, pero ha enfrentado varios obstáculos y aplazamientos.
La iniciativa tiene como objetivo principal mejorar la calidad de vida de los trabajadores, garantizando al menos dos días de descanso por semana.
Actualmente, los trabajadores mexicanos tienen un día de descanso por cada seis días laborados, lo que ha llevado a que México sea uno de los países con mayor carga laboral en el mundo, con un promedio de 2,226 horas trabajadas anualmente, según la OCDE.
Recientemente, el bloque mayoritario en el Congreso, compuesto por Morena y sus aliados, ha mostrado una disposición renovada para discutir y posiblemente aprobar esta reforma.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha incluido esta reducción como uno de sus compromisos principales y ha expresado su intención de llevar a cabo este cambio de manera gradual durante su sexenio.
Sin embargo, es importante señalar que el dictamen anterior sobre esta reforma fue desechado al final de la pasada legislatura, lo que significa que se deberá presentar una nueva iniciativa desde cero.
Para que la reforma se convierta en ley, debe ser aprobada primero por la Cámara de Diputados y luego por el Senado. Posteriormente, también necesita el respaldo de al menos 17 congresos estatales antes de ser publicada en el Diario Oficial de la Federación.
Aunque se esperaba que las discusiones comenzaran antes del cierre del periodo actual en diciembre, los legisladores han decidido aplazarlo hasta 2024 para permitir una discusión más amplia entre todos los actores involucrados, incluidos trabajadores y empresarios.
Uno de los principales desafíos es encontrar un equilibrio entre las necesidades laborales y las preocupaciones empresariales sobre costos y competitividad.
Las cámaras empresariales han solicitado que cualquier cambio sea implementado de manera gradual para mitigar posibles impactos negativos en la economía. A pesar de estos desafíos, hay una creciente presión social para avanzar hacia una jornada laboral más corta.