- Las acciones de las principales automotrices estadounidenses han experimentado caídas significativas tras las recientes amenazas del presidente electo Donald Trump de imponer un arancel del 25% a las importaciones desde México y Canadá.
Oaxaca.-Esta medida, que busca presionar a México para que frene la inmigración y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, ha generado preocupación en el sector automotriz, que depende en gran medida de la producción y los componentes provenientes de estos países.Impacto en las acciones automotrices
- General Motors (GM): Las acciones de GM cayeron casi un 8% en la primera hora de negociaciones en Wall Street.
- Stellantis: La compañía vio una disminución de aproximadamente un 5%.
- Ford Motor Company: Las acciones de Ford también se vieron afectadas, con una caída cercana al 2.5%
Este desplome en el mercado accionario refleja el temor de los inversores ante el potencial aumento de los costos de producción y, por ende, el impacto negativo en los precios de los vehículos.
Se estima que los aranceles podrían incrementar los precios de los autos en hasta 3,000 dólares, lo que podría afectar la demanda y las ventas a largo plazo.
Analistas han calificado esta situación como una "alarma" para la industria automotriz. Patrick Anderson, CEO del Anderson Economic Group, advirtió que es difícil encontrar una planta ensambladora en estados clave como Michigan o Ohio que no se vería afectada por estas tarifas.
La mayoría de los vehículos populares, incluidos modelos de GM y Ford, se producen en México y Canadá.
Además, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, expresó su preocupación sobre cómo estas tarifas podrían poner en riesgo a empresas que han estado operando en el país durante décadas.
Perspectivas futurasAunque algunos analistas creen que Trump podría no implementar estas tarifas debido a sus efectos adversos sobre la producción industrial en EE.UU., el simple anuncio ya ha tenido un impacto inmediato y negativo en el mercado.
La incertidumbre generada por estas amenazas podría llevar a una mayor volatilidad en las acciones automotrices mientras los inversores evalúan las posibles repercusiones económicas.