Oaxaca.-Según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la industria cafetalera mexicana involucra a alrededor de 500 mil productores y productoras, distribuidos mayormente en Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla.
En ausencia de cifras específicas sobre el sector cafetalero, la International Labour Organization estima que la participación femenina es similar a la de la agricultura en general, arrojando una cifra de 41,6%. Otros datos relacionados con las organizaciones de café en México, indican que la participación de las mujeres es de entre 20 y 30% (ICO, 2018).
Más allá de estos indicadores, es importante mencionar que la forma de producción de café en estos estados se conoce como un sistema de producción familiar, que responde a normas socio-culturales y no a una lógica empresarial.
Las decisiones suelen tomarse en el ámbito familiar, normalmente por el hombre/jefe de familia, dejando relegado el rol de la mujer - quienes además deben asumir el cuidado de los hijos e hijas, así como de los animales-.
Por eso, no es de extrañar que las actividades más usuales para ellas son la cosecha y el secado [informe de la Organización Internacional del Trabajo y la iniciativa del G7 Fondo Visión Cero], pero son cada vez más las que están desarrollando un perfil emprendedor que amplía su protagonismo en la cadena productiva.
En los últimos años, la baja en el precio del café ha afectado fuertemente a las familias, obligando a que los hombres tengan que buscar otro tipo de trabajos en los mismos estados o migrar a Estados Unidos.
En este contexto, son las mujeres quienes han empezado a capacitarse, entender las nuevas dinámicas del mercado y cuando regresan los jefes de familia, son ellas quienes les van diciendo a cuáles acciones se tienen que integrar, explicó Liliana Zaragoza, Project Manager de Pro Mujer, al ser consultada sobre el rol de la mujer en la cafeticultura, tras un primer diagnóstico en campo.
Cuando se trata del derecho a condiciones de trabajo que preserven su seguridad, salud y el acceso al crédito, las productoras mexicanas enfrentan un desafío triple. Aunque las afectan los riesgos comunes a todo el sector, a su vez lidian con la discriminación sistémica, siendo víctimas marcadas de violencia y acoso.
Esto se agrava teniendo en cuenta que en México el 67.2% de la fuerza de trabajo en el sector agrícola corresponde a municipios con población indígena, entre las más vulnerables del país (Informe Regiones indígenas de México, Gobierno de México).
Además, “es más grande la brecha de género que está asociada a los sistemas comunitarios, arraigadas en normas sociales indígenas y rurales”, aseguró Ana Laura Cárdenas, experta en Violencia Basada en Género del Gender Knowledge Lab de Pro Mujer.
“Hay estructuras patriarcales dentro de las comunidades que no les permiten participar de la misma manera que los hombres. Por ejemplo, las mujeres sí o sí tienen una doble o hasta triple jornada de trabajo. ¿Por qué? Porque toda la carga de cuidados recae en ellas”, indicó Cárdenas.
Explicó que si bien es cierto que las mujeres participan en toda la cadena de valor del café, es sabido que no se les dignifica el papel que hacen. Incluso, ellas mismas, a veces, ni siquiera se autoidentifican como productoras, aunque la finca o la tierra sea suya.
Empoderando a nuevas emprendedoras:
Pro Mujer y Walmart Foundation juntaron fuerzas para apoyar a estas trabajadoras con asistencia técnica y con la plataforma digital Emprende Pro Mujer, a través de la cual implementan un programa de formación adaptado para las productoras del sudeste, principalmente en Chiapas y Oaxaca, con el fin de impulsar transformaciones de fondo en las cadenas de valor del café, a través de cooperativas.
En estos espacios así como en otras esferas de decisión, es crucial que las mujeres puedan ser catalizadoras del cambio. A través de una metodología de Emprende Pro Mujer, adaptada a fortalecer sus habilidades frente a este desafío con una serie de módulos educativos en modalidad híbrida, con instancias presenciales y sesiones digitales por Whatsapp, la red más adecuada para los grados de conectividad y educación digital. Allí se realizan diagnósticos personalizados con una perspectiva de género y ambientales para desarrollar planes de trabajo; se imparten módulos de educación financiera, con foco en herramientas digitales y acceso a créditos; y se brindan herramientas de entrenamiento de habilidades administrativas.
Además se fomentan los lazos comunitarios por medio de instancias de networking y se construyen espacios dedicados a temáticas que aún hoy las afectan como la violencia de género y las dificultades en el acceso a los servicios de salud.
Uno de los cinco pilares de ONU Mujeres es el empoderamiento económico, que “contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo”. Emprende Pro Mujer está presente desde 2021 en la región, donde ha impactado a más de 100.000 mujeres, arrojado excelentes resultados: según una evaluación del Grupo Impacta, el 75% de las usuarias alcanzaron un alza en sus ventas, y se estima que las cursantes lograrán un incremento del 21% en sus ingresos en los próximos 10 años. El trabajo junto a Walmart Foundation ya ha impactado en la vida de más de 200 productoras de pequeña escala, y es a través de propuestas como estas, que las empoderen para ser protagonistas del cambio, que la historia del café podrá abrir un nuevo capítulo de igualdad y resiliencia.
Sobre Pro Mujer:
Pro Mujer es una empresa social que desde hace más de 34 años brinda servicios y herramientas a las mujeres en América Latina para que puedan alcanzar su máximo potencial, mejorar sus condiciones de vida y transformarse en agentes de cambio para sus comunidades.
Opera a través de un modelo holístico e integral que busca ampliar el acceso de las mujeres de la región a los servicios de salud, aumentar su inclusión financiera y brindarles oportunidades de capacitación.
A través del profundo conocimiento de las necesidades más apremiantes que padecen las mujeres de América Latina, Pro Mujer diseña programas innovadores que buscan responder a problemáticas como la violencia de género y la brecha de género digital.
Pro Mujer es pionera en la región en fomentar y concientizar acerca de la Inversión con enfoque de género como un mecanismo efectivo para cerrar brechas e impulsar la productividad de las compañías.
El trabajo de Pro Mujer está estrechamente alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y ofrece resultados tangibles en ocho ODS: 1, 3, 4, 5, 8, 10, 11 y 16.
Más información en www.promujer.org
Esta conversación es moderada acorde a las reglas de la comunidad “Ciudadanía Express” . Por favor lee las reglas antes de unirte a ella.
Para revisar las reglas da clic aquí