Oaxaca.-El conflicto ha generado una gran incertidumbre económica y política en el país, lo que ha llevado a una serie de consecuencias negativas para la economía y la estabilidad política.

 

En primer lugar, la crisis ha afectado significativamente la economía israelí. La caída de la calificación crediticia de las principales agencias y las subidas de precios en el supermercado han generado una gran confusión sobre la situación económica actual del país.

 

Además, la contracción del PIB en el último trimestre de 2023 y la recuperación en el primer trimestre de 2024 han generado dudas sobre si la economía israelí puede mantener un crecimiento sostenible en el futuro.

 

Además, la crisis política ha generado un gran repudio hacia el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahú.

 

La decisión del gobierno de retrasar las medidas fiscales destinadas a hacer frente al aumento del gasto ha sido criticada por muchos, quienes ven que el gobierno no aprecia plenamente la gravedad de la situación económica.

 

La asignación de fondos de la coalición también ha sido objeto de críticas, ya que se ha encontrado que en muchos casos, los recursos no se han guiado por recomendaciones profesionales sobre cómo alcanzar los objetivos nacionales de Israel, sino que han sido asignados de manera sectorial y política.

 

La crisis política también ha generado una gran incertidumbre en los mercados petroleros.

 

Los ataques terroristas en Israel han generado un aumento en los precios del petróleo, lo que ha generado una gran preocupación en los mercados globales.

 

La posibilidad de que el conflicto se propague por Medio Oriente ha alertado a los expertos, quienes ven que una escalada en el conflicto podría tener un efecto significativo en las economías mundiales.