Oaxaca.-Esta concesión, que duró cinco años, permitió a la empresa comercializar productos relacionados con la imagen, generando controversia sobre la ética de utilizar un símbolo religioso con fines comerciales.

 

La opinión de los mexicanos sobre la comercialización de la imagen de la Virgen de Guadalupe es diversa y polarizada.

 

Algunos consideran que la venta de productos relacionados con la Virgen es una forma de expresión cultural y devoción, mientras que otros critican esta práctica como una profanación de un símbolo sagrado.

 

Investigadores sugieren que, aunque se comercializa la imagen, no se está vendiendo la fe en sí misma, sino un símbolo que resuena profundamente en la identidad nacional.

 

La jerarquía católica ha expresado preocupación por el uso comercial, argumentando que debería protegerse la sacralidad de la imagen.

 

El tema fue discutido recientemente en el programa "Largo Aliento", donde expertos cuestionaron la legitimidad y el impacto cultural de tal transacción.