Oaxaca.-Desde un derrame significativo en 2018, las comunidades locales han denunciado la negligencia tanto de la empresa como de las autoridades ambientales.

 

En octubre de 2018, un derrame de desechos mineros afectó gravemente el Río Coyote, cubriendo sus orillas con un lodo blanco y generando un olor penetrante.

 

Este incidente fue atribuido a una falla en la presa de jales secos de la minera. A pesar de que se encontraron niveles de metales pesados que superaban las normas oficiales mexicanas hasta en un 1,845%, las acciones correctivas fueron mínimas y no se llevó a cabo una remediación efectiva.

 

Recientemente, el 24 de septiembre de 2024, se reportó otro derrame que afectó nuevamente al río.

 

Las autoridades comunitarias han exigido investigaciones exhaustivas y la revocación de permisos ambientales para la minera, argumentando que sus operaciones están causando daños irreparables a la salud pública y al medio ambiente.

 

Las comunidades afectadas, organizadas en el Frente No a la Minería, han solicitado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que tomen medidas inmediatas.

 

Sin embargo, han enfrentado una falta de respuesta adecuada y una aparente complicidad por parte de las autoridades, quienes han sido acusadas de ignorar los estudios que evidencian la contaminación.

 

Las denuncias sobre la calidad del agua han sido respaldadas por análisis realizados por laboratorios independientes, que encontraron metales como plomo, aluminio y talio en concentraciones peligrosas.

 

A pesar de esto, las autoridades han minimizado los hallazgos y han permitido que la minera continúe operando.

 

A cuatro años del primer derrame, no ha habido sanciones significativas para Minera Cuzcatlán.

 

Aunque se impuso una multa inicial por 840 mil pesos tras el primer incidente, esta cantidad es considerada insuficiente frente al daño ambiental causado. Las comunidades continúan luchando por justicia y exigen que se tomen en cuenta sus derechos y preocupaciones.