- El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha hecho pública una acusación en contra del congresista demócrata por Texas, Henry Cuellar, en la cual se involucra a un alto funcionario de un banco mexicano.
Oaxaca.-Según la acusación, este funcionario habría acordado entregarle 236 mil dólares en sobornos en el año 2015 a cambio de favores políticos. Aunque el nombre del banco y del directivo no se mencionan en el documento, la descripción coincide con Banco Azteca y Luis Niño de Rivera, según lo señalado por la agencia Reuters.
Sin embargo, tras consultar la acusación pública de 54 páginas, se ha constatado que la descripción y los señalamientos concuerdan con la institución bancaria perteneciente al conglomerado Grupo Salinas y a su exdirectivo.
Según la acusación presentada ante la Corte Federal del Distrito Sur de Texas, Cuéllar habría estado involucrado en la negociación de sobornos con el entonces vicepresidente de Banco Azteca, Luis Niño de Rivera, quien es identificado como EJECUTIVO-1 y se describe su cargo en ese momento como Presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).
En diciembre de 2014, Henry Cuéllar y su esposa Imelda Cuéllar viajaron a México, donde se reunieron con el EJECUTIVO-1 (Niño de Rivera) para discutir el acuerdo corrupto, según la acusación presentada por un Gran Jurado que también incluye cargos por lavado de dinero y actuar como agentes extranjeros.
Desde al menos 2014 hasta 2024, el EJECUTIVO-1 se desempeñó como vicepresidente del Banco Extranjero-1. A partir de enero de 2019, el EJECUTIVO-1 también asumió la presidencia de la asociación que representa los intereses del sistema bancario mexicano, según lo indicado en la acusación en relación directa a Niño de Rivera.
Ayer, Cuéllar se declaró no culpable, mientras que no se ha informado que Niño de Rivera enfrente cargos en este momento.
Según la acusación, Cuéllar habría colaborado con Banco Azteca en asuntos relacionados con el fortalecimiento en 2012 de la aplicación de la Ley de Secreto Bancario en Washington, lo que provocó que los bancos en Estados Unidos dejaran de actuar como bancos corresponsales para bancos extranjeros, incluido Azteca.
Este cambio en la legislación generó preocupación en el Banco Extranjero-1, ya que limitaba su acceso al sistema financiero estadounidense, lo que dificultaba repatriar grandes cantidades de moneda física de Estados Unidos que mantenía en México.
En concreto, el Banco Extranjero-1 necesitaba establecer relaciones de corresponsalía con bancos estadounidenses para facilitar el proceso de repatriación de sus reservas de moneda física.
Según la acusación, Niño de Rivera, identificado como EJECUTIVO-1, habría propuesto en un primer borrador de un acuerdo ficticio redactado en enero de 2015 que una empresa controlada por la esposa de Cuéllar recibiría pagos adicionales si Banco Azteca lograba encontrar un banco corresponsal en Estados Unidos en un plazo de 18 meses.
La acusación detalla cómo Cuéllar habría presionado en 2016 a un alto funcionario no identificado de la Administración Obama encargado de la regulación bancaria en relación con la política de reducción de riesgos de Estados Unidos, la cual afectaba directamente a Banco Azteca.
Esta presión se habría ejercido comunicando al ejecutivo mexicano las implicaciones de dicha política en el funcionamiento de Azteca y su relación con los bancos corresponsales en Estados Unidos.