La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha hecho recientemente importantes declaraciones sobre la contribución de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, a los que calificó como “héroes y heroínas”.
En Nuevo Laredo, Shembaum pronunció un discurso cuidadosamente elaborado para un momento crucial en la historia del país, donde se hizo necesario abordar la relación con Estados Unidos.
Durante su intervención, destacó la valiosa contribución de los migrantes mexicanos a la economía estadounidense, enfatizando que sin su arduo trabajo en el sector agrícola, la población de Estados Unidos no tendría acceso a los alimentos que consumen diariamente.
Resaltó la relevancia de la relación bilateral, argumentando que no se trata de una competencia entre naciones, sino de una colaboración en una de las regiones más dinámicas del mundo, que representa el 30 por ciento del producto interno bruto global.
La mandataria subrayó la significativa influencia de nuestros compatriotas migrantes en la economía de ambos países, describiéndolos como agentes excepcionales de generación de riqueza en la región.
Afirmó que el 80 por ciento de los ingresos que producen se quedan en Estados Unidos, mientras que el 20 por ciento se envía a México en forma de remesas, lo que resulta fundamental para el sustento de muchas familias en el país.
Este flujo de recursos no solo beneficia a los receptores, sino que también fortalece los lazos económicos y sociales entre ambas naciones, evidenciando la interdependencia que existe en esta relación.
Destacó el papel vital que desempeñan estos individuos no sólo en el sustento de sus familias y de la economía mexicana, sino también en su contribución a la economía estadounidense.
Agrego que estos migrantes son trabajadores esenciales que fortalecen los marcos económicos de ambas naciones a través de su trabajo y de sus remesas, que constituyen alrededor del 4% del PIB de México, con un total de más de 63 mil millones de dólares el año pasado.
Los comentarios de Sheinbaum llegan en un momento de gran preocupación por las políticas migratorias de la administración entrante de Donald Trump, quien ha propuesto medidas agresivas que incluyen deportaciones masivas. Sheinbaum ha expresado su compromiso de proteger los derechos e intereses de los migrantes mexicanos, afirmando que su gobierno prioriza este tema dentro de su agenda de política exterior.
Planea fortalecer la red consular de México en Estados Unidos, que ya es la más grande de cualquier país, para apoyar y defender mejor a los ciudadanos mexicanos contra posibles abusos por parte de las autoridades migratorias.
Además, Sheinbaum ha indicado que su administración está preparando documentación detallada para mostrar los beneficios económicos que aportan los migrantes mexicanos a ambos países, lo que incluye destacar sus contribuciones fiscales y su papel fundamental en sectores como la agricultura y la construcción.
A medida que aumentan las tensiones con el regreso de Trump al poder, el enfoque de Sheinbaum en la migración como un tema diplomático clave subraya las complejidades de las relaciones entre Estados Unidos y México en el futuro.