Oaxaca.-Este cambio se produce después de décadas de escándalos de abuso sexual dentro de la organización, lo que ha llevado a una disminución significativa en su membresía y a una crisis financiera que incluso ha llevado a la organización a declararse en bancarrota en 2020.

 

El cambio de nombre se justifica como una medida para reflejar la inclusión y el compromiso de la organización con la protección de los niños y la prevención del abuso sexual.

 

La BSA ha sido objeto de críticas y denuncias por su papel en el abuso sexual de niños y adolescentes dentro de su estructura, y el cambio de nombre es visto como un intento por parte de la organización para superar este legado y empezar de nuevo.

 

La decisión de cambiar el nombre también se considera como un paso hacia la inclusión, ya que la BSA ha aceptado a niñas y adolescentes en sus filas en 2018, lo que marca un cambio significativo en la historia de la organización.

 

Aunque el cambio de nombre puede ser visto como un intento por parte de la organización para mejorar su imagen y superar el pasado, también ha generado críticas y debates sobre si el cambio es suficiente para reparar el daño causado y si la organización está verdaderamente comprometida con la protección de los niños y la prevención del abuso sexual.