Oaxaca.-Este examen, que se realizó en 2016, ha sido el centro de la controversia actual, ya que los agentes argumentan que los procesos de notificación y despido son injustos.

 

Durante las manifestaciones, que se extendieron por más de siete horas, los policías exigieron la suspensión inmediata de los despidos y lograron un acuerdo con las autoridades locales para detener los procesos de baja y no aplicar sanciones a aquellos que reprobaban el examen.

 

Esta decisión fue vista como un alivio para los agentes, quienes habían expresado su preocupación por la seguridad laboral y las implicaciones que tendría su despido en sus vidas y familias.

 

Las protestas también incluyeron bloqueos en el centro de la ciudad, donde los policías demandaron un trato más justo y condiciones laborales adecuadas.

La situación ha resaltado tensiones más amplias dentro de la fuerza policial en Oaxaca, donde muchos agentes sienten que están siendo tratados injustamente bajo el pretexto de no cumplir con los requisitos del examen.

 

El conflicto ha puesto en evidencia no solo la presión sobre los cuerpos policiales para cumplir con estándares de confianza, sino también la necesidad de un diálogo más efectivo entre las autoridades y los agentes para abordar sus preocupaciones laborales.