Oaxaca.-Esta decisión fue anunciada el 22 de agosto y ha sido objeto de intensas críticas tanto a nivel nacional como internacional debido a las acusaciones de fraude electoral y la falta de independencia del tribunal.

 

La presidenta del TSJ, Caryslia Rodríguez, afirmó que la corte había revisado los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y los había confirmado, otorgando a Maduro un nuevo mandato de seis años que comenzará en enero de 2025.

 

Rodríguez describió el proceso como una revisión "inequívoca e irrestricta" de los resultados, a pesar de que el CNE aún no ha publicado las actas detalladas de las elecciones, lo que ha alimentado las sospechas de irregularidades.

 

La oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, ha rechazado la decisión del TSJ, argumentando que el tribunal está controlado por el chavismo y carece de imparcialidad. González Urrutia ha declarado que la sentencia no puede sustituir la soberanía popular y ha presentado actas que, según él, demuestran su victoria en las elecciones con un 67% de los votos frente al 30% que se atribuye a Maduro.

 

A pesar de las protestas y la recolección de actas por parte de la oposición, el TSJ ha desestimado estas evidencias.

 

La comunidad internacional, incluyendo a la ONU, ha expresado preocupaciones sobre la falta de independencia del TSJ y del CNE, advirtiendo que ambos organismos han sido utilizados como herramientas en la represión del disenso en el país.

 

La ONU ha documentado múltiples violaciones de derechos humanos y ha señalado que el proceso electoral careció de transparencia.

 

La validación de la victoria de Maduro por parte del TSJ se produce en un contexto de creciente tensión política y social en Venezuela, donde las protestas contra el gobierno han resultado en muertes y detenciones masivas.

 

La administración de Maduro ha sido acusada de llevar a cabo una represión sistemática contra opositores y disidentes, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria en el país.