| | Oaxaca de Juárez |
Domingo 24 de noviembre, 2024.
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Oaxaca.-Es la primera ocasión en la cual la distinción –conferida por el Congreso Nacional de Patrimonio Mundial del estado de Guanajuato– se proporciona a una organización para reconocer el esfuerzo colaborativo de quienes forman parte y participan en ese territorio, destacando su ejemplo en materia de conservación, plan de manejo, infraestructura, oferta turística y desarrollo social comunitario organizado en función de un bien común.
El coordinador Científico del Geoparque Mundial UNESCO Mixteca Alta, José Luis Palacio Prieto, recordó que solo se había dado a personalidades por sus aportaciones académicas, entre ellos los historiadores Miguel León Portilla y Eusebio Leal, cubano especialista en la historia de La Habana; así como a los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma, exdirector del Proyecto Templo Mayor, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y a Leonardo López Luján, director de este plan.
Esto nos compromete a seguir con el proyecto que en 2017 fue designado oficialmente Geoparque Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y revalidado en 2022 por cuatro años más”, indicó en entrevista el investigador del IGg de la UNAM.
De acuerdo con el experto, a mediados de 2024 tendrán nuevamente la visita de evaluadores de ese organismo internacional para realizar una misión de refrendo y extender esta designación de 2025 a 2028; “en ello estamos trabajando los especialistas de la UNAM junto con las comunidades del geoparque”.
Los geoparques, explicó, cumplen la función de proteger el patrimonio geológico, y también determinar de qué manera las localidades se relacionan con este. Observamos que las sociedades indígenas tienen un vínculo estrecho con su patrimonio tangible o intangible. Sabemos de numerosos lugares que son sagrados para ellas como montañas y cuevas, por ejemplo.
En el de la Mixteca Alta Oaxaca tenemos todo eso y es lo que mostramos al público a través de un geoturismo; es decir, un turismo de naturaleza, sustentable, amigable con el medio ambiente, que permite a las comunidades, las más marginadas del país, dar a conocer este patrimonio y beneficiarse de esa actividad.
Palacio Prieto precisó que no es de masas, depredador, “lo que pretendemos es que los visitantes tomen conciencia sobre la importancia de su conservación”.
Planteó que la difusión de ese patrimonio contribuye a mejorar el entorno y el medio ambiente, a aprender de las costumbres indígenas en ese territorio y beneficiar a sus poblaciones de manera económica, pues varias de ellas están en pobreza extrema.
En la actualidad existen más de 200 geoparques en el mundo, 12 en América Latina, el de la Mixteca Alta fue el tercero en la región. Algo que distingue a este territorio es la presencia indígena y su conocimiento tradicional, el manejo de los recursos de acuerdo con su cosmovisión y, sobre todo, su compromiso para poner en marcha el proyecto.
Beneficios comunitarios
El universitario destacó que Mixteca Alta Oaxaca y Comarca Minera, en el estado de Hidalgo, reciben asesoría de manera continua de expertos de la UNAM, incluso los apoya económicamente. Asimismo, especialistas del IGg realizan investigación, trabajan y descubren nuevos aspectos para que los visitantes adquieran mayor conocimiento de lo que ahí observan; también se han generado artículos de investigación y tesis de titulación, que lo hacen un proyecto académico importante.
Además, se han elaborado mapas y se recibe a grupos de estudiantes de la Universidad Nacional y de instituciones de educación superior de la región y de otros estados del país, entre ellos Michoacán, Estado de México, Campeche, Oaxaca. “Estamos contentos y motivados para seguir adelante, y aún más a partir de este reconocimiento al proyecto”.
El Geoparque Mundial UNESCO Mixteca Alta forma parte de los más de 200 de la UNESCO repartidos en 48 países –en México hay dos–, cuenta con 415 kilómetros cuadrados y está conformado por nueve municipios: Santo Domingo Yanhuitlán, San Andrés Sinaxtla, San Bartolo Soyaltepec, San Juan Teposcolula, San Pedro Topiltepec, Santa María Chachoapam, Santo Domingo Tonaltepec, Santiago Tillo y San Juan Yucuita.
Están habitados por poblaciones indígenas y mestizas que se rigen por usos y costumbres. “Esto es lo que los hace también particulares, aunque tenían poca tradición de turismo a pesar del gran potencial natural con el que cuentan, además del geoturismo enfocado a darle valor al patrimonio geológico”.
Esta medalla -enfatizó Palacio Prieto- reconoce la importancia de los sitios y ello ha motivado, por ejemplo, a la Secretaría de Turismo del gobierno federal a volver la mirada a este tipo de proyectos y a analizar la posibilidad de contar con más en el país. Esto contribuiría al desarrollo económico de los territorios –una de las metas de los geoparques–, y a poner en valor el patrimonio natural (tangible e intangible) y cultural de las comunidades, de las que podemos aprender demasiado.
Es un argumento más para decirle a diferentes instancias del gobierno que esta es una vía de desarrollo, un plan que ayuda a incrementar el sentido de pertenencia y el orgullo de las localidades por su territorio.
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