Oaxaca.-El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, ha admitido públicamente su responsabilidad en la detención y cese de los policías implicados en la trágica muerte de un estudiante de la Universidad Anáhuac.
En un conferencia , Jara Cruz resaltó que la Policía Municipal de Santa Lucía se encuentra entre las peor evaluadas, con numerosas quejas ante la Defensoría de los Derechos Humanos y expedientes abiertos en el Tribunal Superior de Justicia.
Además, el gobernador reveló la existencia de una red de extorsiones operada a través del polémico programa del alcoholímetro.
Jara Cruz solicitó al presidente municipal de Santa Lucía del Camino, Juan Carlos García Márquez, que asuma sus responsabilidades en este escándalo.
De manera firme, expresó que no solo aceptará la renuncia del director de la corporación policial, Marcos Freddy López Hernández, sino que lo considera directamente responsable de estas situaciones.
Jara Cruz acusó abiertamente a la administración anterior de manejar una policía corrupta, destacando que el agente que disparó no contaba con la certificación necesaria para portar armas de fuego.
Asimismo, anunció la prohibición del operativo en seis municipios aledaños, trasladando la responsabilidad del mismo a la Policía Estatal, como medida para restaurar la confianza y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Este giro de los acontecimientos refleja un paso importante en la lucha contra la corrupción y la impunidad en el sistema de aplicación de la ley en Oaxaca.