- La expresidenta del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), Elizabeth Sánchez González, denunció una persecución política, administrativa y judicial en su contra, después de ser inhabilitada por un año por supuesto desvío de recursos y posteriormente depuesta de su cargo.
Oaxaca.-Sánchez González aseguró que la inhabilitación y su remoción del cargo son ilegales y una persecución política, y que detrás de ello hay poderes fácticos, intereses económicos y la intención de privarla de su libertad.
La expresidenta argumentó que el proceso en su contra se enmarca en una persecución política y administrativa que inició en su contra el encargado de despacho de la Contraloría General del IEEPCO, Salvador Alejandro Cruz Rodríguez, quien, según Sánchez González, ha iniciado auditorías y procesos administrativos de asedio contra su equipo de trabajo administrativo, especialmente contra mujeres, actos que nunca tuvieron lugar durante la presidencia anterior, encabezada por un hombre.
Sánchez González también denunció que el Contralor interno ha iniciado auditorías y procesos administrativos de asedio en contra de su equipo de trabajo administrativo, sobre todo, contra mujeres, actos que, durante la presidencia anterior, encabezada por un hombre, nunca tuvieron lugar.
Además, aseguró que el encargado de despacho de la Contraloría General del IEEPCO, Salvador Alejandro Cruz Rodríguez, designado por una Comisión del Congreso estatal sin facultades para realizar ese nombramiento, ha incurrido en actos ajenos a la legalidad.
La expresidenta del IEEPCO también acusó a Cruz de iniciar una "persecución administrativa" contra ella y su equipo, y de utilizar la Contraloría General para atacarla y su equipo de trabajo.
Sánchez González enfatizó que la sanción se enmarca en una persecución política y administrativa que inició en su contra, y que no permitirá que su caso se convierta en el ejemplo de lo que les puede pasar a las mujeres que no son condescendientes con un sistema racista, clasista, machista, misógino y patriarcal al interior de las instituciones y de los gobiernos.
Sánchez González ha decidido dar la batalla en los tribunales para limpiar su nombre y su prestigio, y para generar un precedente que ayude a que ninguna mujer tenga miedo a sufrir esta persecución por miedo a atreverse a ser titular de un órgano autónomo del Estado o a ejercer cualquier cargo público.
