Oaxaca.-Este 30 de octubre , la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, firmó un decreto que transforma a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en empresas públicas, lo que implica un cambio significativo en su estructura y funcionamiento.
Este decreto se enmarca dentro de una reforma más amplia que busca aumentar el control del Estado sobre estas entidades estratégicas, anteriormente clasificadas como "empresas productivas del Estado" bajo la reforma energética de 2013.
- Reclasificación: Pemex y CFE pasarán a ser consideradas empresas públicas, lo que les permitirá operar sin la obligación de generar ganancias. Esto contrasta con su anterior clasificación, donde tenían que enfocarse en ser rentables y sostenibles financieramente
- Control Estatal: La nueva legislación otorga al gobierno un mayor control sobre las decisiones operativas de estas empresas, alineándolas más estrechamente con los intereses del Estado en lugar de los del sector privado
- Eliminación de Concesiones: La reforma también elimina las concesiones para la explotación de litio y reserva este sector exclusivamente al gobierno, reflejando un enfoque más nacionalista en la gestión de recursos naturales
Los analistas advierten que esta transformación podría desincentivar la inversión privada en el sector energético, especialmente en áreas como la transmisión eléctrica. La CFE se asegurará el control del 56% del mercado de generación eléctrica, lo que limita aún más el espacio para la participación privada
Además, se espera que las reformas secundarias, que definirán detalles operativos adicionales, tarden hasta 180 días en ser publicadas tras la aprobación final de la reforma constitucional
Esta medida es parte de una agenda más amplia impulsada por el gobierno actual, que busca revertir muchas de las privatizaciones implementadas en administraciones anteriores.
Sheinbaum ha declarado que este decreto "devuelve al pueblo lo privatizado", enfatizando un enfoque hacia una economía más controlada por el Estado