- El Senado de México ha aprobado recientemente una reforma significativa a la Ley Ferroviaria, que busca revitalizar el uso de las vías férreas para el transporte de pasajeros.
Oaxaca.-Esta reforma fue inicialmente aprobada por la Cámara de Diputados con un voto unánime de 472 a favor, sin votos en contra ni abstenciones, y se considera un paso crucial en la política ferroviaria del gobierno actual.
Detalles de la Reforma
- Objetivo Principal: La reforma permite al Estado mexicano retomar el derecho de utilizar las vías ferroviarias, que anteriormente estaban mayormente dedicadas al transporte de carga. Esto se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio para modernizar la infraestructura ferroviaria y ofrecer servicios de transporte de pasajeros.
- Modificaciones Específicas: Se modifica el Artículo 28 de la Constitución para permitir que el gobierno pueda asignar o concesionar el uso de estas vías a empresas públicas y privadas. Esto incluye la posibilidad de que las empresas que actualmente operan trenes de carga también puedan ofrecer servicios de pasajeros.
- Prioridades del Gobierno: La presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado que esta iniciativa es parte de un conjunto más amplio de reformas destinadas a mejorar la movilidad y fomentar el desarrollo regional. Se prevé la creación de nuevas líneas de trenes que conecten diversas regiones del país.
La reforma es vista como una respuesta a las privatizaciones que ocurrieron en los años 90, donde las vías férreas fueron entregadas a empresas privadas. Legisladores del partido oficialista han argumentado que esta medida recupera la rectoría del Estado sobre el transporte ferroviario y prioriza el servicio a los ciudadanos.
Sin embargo, algunos miembros de la oposición han expresado preocupaciones sobre los costos y el impacto ambiental potencial del proyecto, haciendo eco de críticas previas relacionadas con otros proyectos ferroviarios como el Tren Maya.
Con la aprobación en el Senado, se espera que se inicien los trabajos para implementar esta reforma, lo cual podría incluir un análisis más detallado sobre cómo se financiarán las nuevas infraestructuras y qué medidas se tomarán para asegurar su sostenibilidad económica y ambiental.
Esta reforma representa un cambio significativo en la política ferroviaria mexicana y refleja un enfoque renovado hacia el transporte público en el país.