AstraZeneca ha anunciado que retirará su vacuna contra el COVID-19, denominada Vaxzevria, de la circulación en todo el mundo.
Esta decisión se basa en la disminución significativa en la demanda de la vacuna debido a la disponibilidad de vacunas actualizadas y variantes más efectivas contra el coronavirus.
La vacuna, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford, ha sido una de las principales vacunas contra el COVID-19 en todo el mundo, con más de 3.000 millones de dosis suministradas desde su lanzamiento en enero de 2021.
La retirada de la vacuna se ha motivado por la falta de demanda y el excedente de vacunas disponibles en el mercado. AstraZeneca ha mencionado que, con la disponibilidad de vacunas actualizadas y variantes más efectivas, la demanda de Vaxzevria ha disminuido significativamente.
Además, la empresa ha destacado que su vacuna no ha generado ingresos desde abril de 2023.
La retirada de la vacuna también se ha relacionado con la falta de actualización de la fórmula de la vacuna.
Según la propia compañía, su vacuna no se actualizó para adaptarse a las variantes del virus que han surgido durante la pandemia. Esto ha llevado a una disminución en la demanda de la vacuna, ya que las vacunas actualizadas ofrecen una mejor respuesta contra las variantes del virus.
AstraZeneca ha expresado orgullo por el papel que Vaxzevria ha desempeñado en la lucha contra la pandemia, destacando que sus esfuerzos han sido reconocidos por los gobiernos de todo el mundo y son ampliamente considerados como un componente crítico para acabar con la pandemia.
Sin embargo, la empresa ha decidido retirar la vacuna debido a la disminución en la demanda y la disponibilidad de vacunas más efectivas.
La retirada de la vacuna también ha sido objeto de críticas y debates en cuanto a la seguridad y eficacia de la vacuna.
Algunos expertos han destacado que la vacuna ha sido objeto de críticas por sus efectos secundarios, incluyendo casos de trombosis.
Aunque la vacuna ha sido ampliamente utilizada y ha demostrado ser efectiva en la prevención del COVID-19, se han reportado algunos efectos secundarios raros y graves.
Entre los efectos secundarios más comunes mencionados en los informes de seguridad y estudios clínicos se encuentran:
- Dolor de cabeza, fiebre y náuseas: Estos síntomas son comunes y generalmente transitorios, y pueden ser tratados con medicamentos comunes.
- Inflamación localizada en el sitio de inyección: Esta es una reacción común a la vacunación y suele ser leve y transitoria.
- Síntomas tipo gripales: Estos pueden incluir dolor de garganta, dolor muscular, fatiga, y malestar general.
- Niveles bajos de plaquetas en sangre: Esto puede causar mareos, fatiga, sangrado de pequeñas heridas, y otros síntomas. Sin embargo, la mayoría de los casos no son graves y pueden ser manejados con medicamentos.
- Trombosis y trombocitopenia: Estos son efectos secundarios raros y graves que pueden ocurrir en personas que reciben la vacuna. La trombosis se refiere a la formación de coágulos de sangre en las venas, y la trombocitopenia se refiere a la disminución de plaquetas en la sangre. Estos efectos secundarios pueden ser graves y pueden requerir atención médica inmediata.
- Anafilaxia: Esta es una reacción alérgica grave que puede ocurrir después de recibir la vacuna. La anafilaxia puede causar síntomas como dolor de pecho, dificultad para respirar, y colapso circulatorio. Sin embargo, es muy poco frecuente y puede ser tratada con medicamentos y atención médica inmediata.
- Síndrome de Guillain-Barré (SGB): Este es un trastorno poco frecuente que se caracteriza por la debilidad muscular y a veces parálisis. El SGB se ha observado principalmente entre personas de 50 años de edad o más.
Es importante destacar que la mayoría de los efectos secundarios de la vacuna de AstraZeneca son leves y transitorios, y pueden ser tratados con medicamentos comunes.
Sin embargo, es fundamental informarse sobre los posibles efectos secundarios y consultar con un profesional médico antes de recibir la vacuna.
