Oaxaca.-En un giro inesperado en el ámbito político mexicano, se ha anunciado el inicio de procesos de desafuero contra dos figuras prominentes: Cuauhtémoc Blanco, actual gobernador de Morelos, y Alejandro "Alito" Moreno, líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Este movimiento ha generado un revuelo no solo en los círculos políticos, sino también en la opinión pública, donde ambos personajes son objeto de análisis y controversia.
Las acusaciones en contra de Blanco se centran en la acusacion de su media hermana por intento de violación además de presuntos actos de corrupción y abuso de poder durante su gestión como alcalde de Cuernavaca.
Por otro lado, “Alito” Moreno enfrenta denuncias relacionadas con el manejo de recursos y posibles irregularidades financieras dentro de su partido.
El proceso de desafuero, que podría implicar la pérdida de inmunidad parlamentaria para ambos, se perfila como un escenario crucial en la política mexicana, especialmente considerando el contexto electoral de 2024.
Los efectos de estos procedimientos podrían influir significativamente en las alianzas políticas y en la estrategia electoral de los partidos involucrados.
A medida que avanza esta situación, la atención se centra en cómo responderán tanto Blanco como Moreno ante estas acusaciones y qué repercusiones tendrán en sus respectivas carreras políticas.